Ya No Son Necesarios los subtítulos de Netflix

August 20, 2020

“Recibí mi nuevo dispositivo de audición hace unos 10 días. La primera vez que lo utilicé, le dije a la persona que me atendió “¡Increíble! No sabía cuánto se había deteriorado mi audición”.

Shayna Orbaum, cliente satisfecho de BeHear ACCESS
Shayna Orbaum, cliente satisfecho de BeHear ACCESS

En abril de este año se publicó un artículo sobre nuestros productos de audición asistida en The Jerusalem Post, el sitio web de noticias en inglés más leído de Israel y el periódico en inglés más vendido. Como resultado, tuvimos un montón de consultas y de órdenes de compra de nuestros productos en nuestro mercado local. Una de estas clientas, la Sra. Shayna Orbaum, rellenó nuestro formulario de comentarios de clientes. Con su permiso, reproducimos sus comentarios a continuación.

“Antes de poder usar el dispositivo, tuve que configurarlo, lo cual incluía además realizar mi propia valoración de cómo recibía los diferentes sonidos y tonos en cada oído. También debía emparejarlo con el Bluetooth de mi smartphone.

Las instrucciones que se incluyen son muy claras, con ilustraciones y letras grandes. Muy fáciles de seguir.

  I Puedo disfrutar mucho más de la televisión.

Antes me veía siempre sintonizando a Netflix [solo] para poder leer los subtítulos. Netflix sigue encantándome, pero ahora puedo elegir películas de la biblioteca de VOD y escuchar cada palabra fuerte y claro.

Antes subía el volumen hasta aproximadamente 45, mientras ahora lo máximo que lo subo es 28, lo cual es cómodo para la persona que me atiende.

Las llamadas telefónicas: qué placer poder escucharlas tan bien! Ni siquiera tengo que pegarme el teléfono al oído. El teléfono está sobre la mesa o el escritorio y hablo normalmente como si estuviera hablando con alguien cerca de mí. Todavía me falta probar la modalidad de habla lento.

Probé aparatos para la sordera hace unos 3 años. Simplemente no pude adaptarme, siempre escuchaba un eco u otros ruidos. Volví al audiólogo unas 6 o 7 veces y se determinó que mis canales auditivos son pequeños y los aparatos auditivos no son adecuados para mí. Me reembolsaron los 8.000 shekels sin ningún problema.

Agradezco a Hillel Fuld por su artículo en el Jerusalem Post sobre Wear&Hear.